Viernes cuarenta de la Santa Cuaresma.
Mateo 4,1-11
[1]Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.
[2]Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.
[3]Y el tentador, acercándose, le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes».
[4]Jesús le respondió: «Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
[5]Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo,
[6]diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra».
[7]Jesús le respondió: «También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios».
[8]El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor,
[9]y le dijo: «Te daré todo esto, si te postras para adorarme».
[10]Jesús le respondió: «Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto».
[11]Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Feliz y Bendito Viernes.