El domingo 15 de setiembre último Monseñor Crisóstomo al oficiar la divina liturgia celebró la conmemoración del descubrimiento de la Santa Cruz por la reina Santa Elena, madre del Emperador Constantino I.
Santa Elena era siriana, ya que el lugar geográfico de su nacimiento estaba situado cerca de la ciudad de Urfa (Edesa), que con el auge del Cristianismo se transformó en un faro de irradiación de la doctrina de Cristo.
Santa Elena (alrededor de 330 DC ) fue a Jerusalén con soldados y buscaba atentamente la cruz gloriosa del Señor Jesucristo. Encontró las otras dos cruces en las que estaban crucificados los dos ladrones. Ella pretendía saber cuál era la cruz de Jesucristo.
Entonces pidió que viera una señal para asegurarse , por lo que fue dispuesto por el Señor Cristo que unas personas pasaran por el funeral de un difunto en ese momento, por lo que colocó la cruz de Cristo el muerto resucitó.
Monseñor Crisóstomo recordó que en la Catedral “San Pedro”, donde tiene su asiento episcopal, se conserva una reliquia de la Santa Cruz en la cual fue crucificado Nuestro Señor Jesucristo, que fuera donada por el feligrés Elías Azrak.
En la celebración recibieron como obsequio un ícono de Santa Elena las damas presentes (Ivette Younan, Sara Zinij de Bitar, Mónica Cardozo de Yunan, Gabriela Kuz, Alexia Encalada, María Elena Marotz de Jalo y Blanca López de Verón).