El sexto domingo después de la Resurrección.
Juan 6,35-46
[35]Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
[36]Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
[37]Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,
[38]porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
[39]La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.
[40]Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día».
[41]Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo».
[42]Y decían: «¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: "Yo he bajado del cielo"?».
[43]Jesús tomó la palabra y les dijo: «No murmuren entre ustedes.
[44]Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.
[45]Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
[46]Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.
Feliz y Bendito domingo.