Domingo de los difuntos.
Lectura del Santo Evangelio según San Lukas 12.
32.No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.
33.Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla;
34.porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
35.Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,
36.y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.
37.Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
38.Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!
39.Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
40.También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
Feliz y Bendito domingo.